Cuidados de la Piel en Invierno
Una inquietud común en las personas es cómo cuidar de la piel durante el invierno. Más se sabe del verano, con la intensa campaña mundial para protegerse del sol. Pero ¿qué hacer en invierno?
Protección solar
Es importante tener claro que la piel debe protegerse del sol durante todo el año. Si bien es en el verano cuando existe mayor radiación solar, no hay que olvidar que ésta también está presente en invierno. El protector solar debe usarse todos los días del año, aunque esté nublado y no se vaya a salir de la casa. En el largo plazo, con esta conducta se evitan arrugas y generación de cánceres cutáneos, entre otros problemas.
Hidratación
Una característica propia del invierno es el resecamiento del la piel debido al frío. Así, el principal cuidado de la piel dice relación con la hidratación, principalmente en aquellas personas con piel seca. Este cuidado debe ser preventivo, es decir, antes de que la piel se reseque o irrite demasiado. La hidratación ha de realizarse con hidratantes tópicos. Existe una amplia variedad de hidratantes y es conveniente aplicarse el producto específico para el tipo de piel. En las personas con tendencia al acné o a la seborrea, por ejemplo, no deben usarse hidratantes espesos u oleosos por riesgo de empeoramiento del cuadro de base. Otro cuidado importante es el uso de guantes, para evitar el enfriamiento y daño de la piel de las manos.
Sabañones
Las partes del cuerpo que más sufren en invierno son aquellas más expuestas al frío: rostro, orejas y manos. En las manos aparecen en algunas personas los sabañones, o eritema pernio, en que los dedos se tornan azulados, hinchados y dolorosos. En éste caso se recomienda una evaluación y tratamiento dermatológico. Los sabañones pueden, en muchos casos, evitarse con el uso de guantes que abriguen las manos, sin apretarlas para no obstruir su circulación.
Irritación
En aquellas personas con piel sensible, es común la irritación y el enrojecimiento del rostro al exponerse al frío. Esta situación se debería por una parte a la deshidratación de la piel y por otra, a una vasoconstricción refleja de los vasos sanguíneos más superficiales de la piel. Esta contrición llevaría a una oxigenación insuficiente y consecuente inflamación con posterior vasodilatación y enrojecimiento.
Rosácea
Los individuos que tienen tendencia a tener la cara roja, independiente de la época del año, tienen probablemente un cuadro llamado rosácea. Este cuadro suele verse agravado por el frío debido al proceso explicado en el párrafo anterior. Por otra parte, durante el invierno aparecen las estufas y calefacciones. Este aumento excesivo de la temperatura en espacios cerrados suele disminuir la humedad ambiental (con el consecuente resecamiento de la piel) y generar vasodilatación por una reacción natural del organismo al calor (como cuando se hace ejercicio). Es por esto que las personas con rosácea deben evitar el calor excesivo en el rostro.
Procedimientos dermatológicos
Finalmente, el invierno es el mejor momento del año para realizarse procedimientos de índole cosmético como peelings y láseres, que tienden a evitarse en el verano debido al sol excesivo.
En conclusión, la piel ha de cuidarse todo el año. Durante el invierno debe tenerse especial cuidado con la hidratación y hay que evitar las temperaturas extremas de frío (aire libre) y calor (espacios cerrados).
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